domingo, 24 de febrero de 2013

APOL

El equipo de APOL se reunió en Madrid con Eduard Punset para valorar nuevos proyectos.



¿ POR QUÉ NOS COMUNICAMOS TAN MAL?

La revista XL semanal, ha publicado hoy unas páginas especiales en las que Punset y profesionales del equipo de APOL, entre ellos Cecilia Salamanca, de la Fundación Eduardo Punset, responden algunas dudas acerca de algunos problemas de comunicación frecuentes entre humanos.

Leer «¿Por qué nos comunicamos tan mal…?»

"Contra la 'gente tóxica' hay que desarrollar la asertividad, aprender a expresar correctamente nuestros deseos y necesidades"

LA CRISIS ECONÓMICA PERJUDICA LA SALUD MENTAL DE LOS ESPAÑOLES

La crisis ha llegado al ámbito de la salud mental de las personas, tanto las que trabajan como las que están en paro. La coyuntura actual ha provocado que uno de cada cuatro trabajadores sufra de estrés laboral y que las pérdidas derivadas del estrés laboral de trabajadores por cuenta ajena y empresarios se pueda cuantificar en 2011 en torno al 9% del PIB, según un informe del Instituto Nacional de Estadística. Estas y otras conclusiones serán presentadas y debatidas en el 25 Congreso de Salud Mental AEN, que la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) celebrará del 6 al 9 de junio en Adeje, Sur de Tenerife.

“Un aspecto que ha crecido especialmente ha sido la búsqueda de ayuda sanitaria profesional para afrontar problemas emocionales desencadenados en el trabajo, emergiendo una nueva “psicopatología” centrada en las distintas formas de estrés en el trabajo, que se ha sumado a los problemas desadaptativos vinculados a la pérdida del trabajo y al paro de larga duración”, dice Antonio Espino Granado, Médico Psiquiatra Jefe del CSM de Majadahonda (Madrid), responsable de formación continuada en Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Puerta del Hierro, miembro del Comité de Seguimiento y Evaluación de la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (Ministerio de Sanidad, política Social e Igualdad) y, además, coordinador de esta Ponencia en el citado 25 Congreso de Salud Mental AEN.

Hay que destacar que estas patologías no se vinculan con determinada clase social, ni niveles de renta y que pueden afectar a cualquier persona a lo largo y ancho de su vida laboral , lo que obliga a repensar el significado actual del trabajo de las personas (y su ausencia) en relación con su salud y calidad de vida. Sin embargo, si existe distinción en cuanto a sexos ya que al contrario que los hombres, la mujer con trabajo tiene mayor riesgo de padecer mala salud (mental) que la desempleada. Además, tienen una percepción más negativa de su salud, presentan más síntomas y buscan ayuda profesional con mayor frecuencia.

“La importancia asistencial de estos problemas es obvia si tenemos en cuenta que el número de casos que llegan a la consulta como consecuencia de malestares derivados de problemas de estrés en el trabajo es superior a la de todos los pacientes atendidos por presentar síntomas psicóticos y muy similar a la suma de los casos derivados por consumo y/o abuso de alcohol y por anorexia nerviosa”, afirma. Antonio Espino Granado. “En cuanto a las consecuencias sobre la salud de los conflictos laborales -continúa Antonio Espino-, existen dos ejes bien diferenciados: los que se relacionan con el sobreesfuerzo laboral continuado y aquellos donde es prioritaria la violencia ejercida sobre la persona en su trabajo. En el primer caso las condiciones psíquicas del sujeto juegan un papel en el fracaso de su equilibrio psíquico. En el segundo, las propias condiciones laborales, por si mismas, pueden acaban rompiendo la seguridad y el equilibrio psíquico de las personas expuestas”.

En los casos extremos, los afectados pueden llegar al suicidio. “Distintos estudios han establecido un aumento del índice de conductas suicidas en periodos de recesión económica, por su impacto sobre el desempleo y empleo precario y, habitualmente, sobre la reducción generalizada del nivel de protección social” comenta Antonio Espino.

Desempleo y empleo precario

El riego de padecer un problema psíquico es 5 veces mayor en desempleados sin derecho al desempleo que en los activos. En aquellos con derecho a desempleo la relación con los activos se queda en 2/1.

En el caso de los parados de larga evolución, se observa un rápido deterioro de la salud percibida, tanto física como mental, especialmente entre los 3 y los 6 meses, en base a la pérdida brusca de aportes psicosociales: disponibilidad económica, seguridad física, habilidades laborales, imposibilidad de predecir y planificar el futuro y pérdida de estatus social; cierta estabilización a partir de entonces con un pico entre los 7 y 12 meses. Pasado un año entramos en una fase de mayor adaptación y acomodación a la situación con leves mejorías entre los 12 y los 24 meses.

En cuanto al problema del empleo precario, puede llegar a ser más lesivo en términos de pérdida de bienestar (psíquico) que el propio desempleo, como demuestran distintos estudios.

Terapias para la cura

Partiendo del hecho que la protección social y las ayudas del entorno sociofamiliar ayudan a mitigar los riesgos de enfermedad mental derivados de este problema, hay que tener en cuenta una serie de medidas terapéuticas para recuperar la salud de los pacientes:

1. Explicar al paciente los límites de la actuación sanitaria y psicoterapéutica sobre un conflicto real de la vida del paciente.
2. Ayudar al paciente a hacer una valoración e interpretación realista de su situación
3. Ayudar al paciente a valorar las posibilidades de actuación frente al conflicto laboral y también sus alternativas
4. Ayudar al paciente a tomar conciencia del carácter no equidistante del conflicto: va a ser mayor siempre el desgaste sufrido por el individuo-trabajador que el de la empresa-organización.
5. Utilizar técnicas específicas que hayan demostrado su capacidad para ayudar al paciente a afrontar problemas de su vida cotidiana y de su actividad laboral conflictiva, tales como el entrenamiento en habilidades de afrontamiento, el entrenamiento en establecimiento y consecución de acuerdos o la psicoterapia grupal de tiempo predeterminado y objetivos definidos
6. Ayudar al paciente a controlar mejor los efectos psico-físicos del estrés, mediante entrenamiento en relajación
7. Ayudarle a establecer formas de compensación frente al estrés (laboral) dentro de su entorno habitual mediante la realización de actividades físicas relajantes y otras facilitadoras de apoyo emocional por parte de su entorno.
8. Evitar la consolidación de respuestas victimistas y no favorecer actitudes tendentes a la pasividad y a convertir en una forma de beneficio secundario el apoyo del sistema sanitario
9. No favorecer medidas ni actitudes de revancha frente al dolor que se le ha producido

 Fajardo Comunicación. 2012 May